El último año nos ha transformado a todos de un modo u otro, y nuestro comportamiento a la hora de consumir no ha sido una excepción. Dicha transformación de los consumidores ha requerido una rápida adaptación de los mercados, en donde ya no sólo se requería preservar la cadena de suministro, sino ser capaces de dar respuesta a un formato de consumo online que eclosionó con virulencia en paralelo a la pandemia.
Mientras que muchas empresas se han visto dramáticamente dañadas por el impacto, prueba de ello es la confirmada caída del PIB en un 10,4% respecto a 2019, otras empresas encontraron en la transformación del consumo una oportunidad de negocio que probablemente no vuelva a repetirse en décadas.
Lograr mejorar la competitividad entre las empresas en un mercado tan globalizado exige trazar estrategias entre los colaboradores con cambios productivos reales y concretos. La automatización de los procesos se ha convertido en el mejor revulsivo para preservar las producciones y la cadena de suministro al mismo tiempo que salvaguardaba la integridad de los trabajadores. Si atendemos a la capacidad de adaptación que ha desarrollado la propia naturaleza veremos que las anteriores directrices no son en realidad tan innovadoras. Las serpientes mudan de piel anualmente por medio de un proceso que se conoce como ecdisis, un sistema de rejuvenecimiento natural que sirve para sanar heridas y limpiarse de los parásitos para poder prolongar su vida.
Las empresas tienen a su alcance la tecnología que ofrece la Industria 4.0 que les permite reducir los costes productivos, optimizar los procesos logísticos y ser más eficientes. La innovación en las aplicaciones robóticas, el desarrollo de la visión artificial y la integración de la inteligencia artificial nos permite transformar totalmente nuestro modelo productivo y logístico. Dichas tecnologías son el pilar que impulsa la automatización de los trabajos repetitivos y pesados, nos permite tener un control total de la trazabilidad de la producción y del stock, y a su vez nos facilita reducir los costes de producción.
Los procesos de picking, el paletizado de cajas, integrar un Sistema de Gestión de Almacenes o el transporte de mercancías por medios de la robótica móvil son solamente algunos de los ejemplos más elementales que urge dar respuesta a las empresas. Es tiempo de seguir evolucionando por medio de las herramientas que ofrece la automatización industrial, dejar que las máquinas produzcan y que sean los operarios quienes decidan dónde colocarlas y de qué manera programarlas.
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