«Nuestro festival pretende reflexionar sobre la relación entre humanos y tecnología, más allá del entretenimiento, y promover un uso creativo de las tecnologías más allá del mero consumismo», Ricardo Domínguez.
Tenemos el placer de entrevistar a Ricardo Domínguez Jover, Director de ROS Film Festival, el primer certamen internacional y online de cortometrajes de ciencia ficción con robots, un evento único mundial que celebra su IV edición del 5 al 21 de noviembre en donde los espectadores disfrutarán de la tecnología desde una mirada artística.
Pregunta: ROS Film Festival proyectará en la presente edición más de 50 cortometrajes en donde la robótica y la ciencia ficción serán los verdaderos protagonistas. ¿Qué categorías existen en el certamen y a qué público va dirigido?
Ricardo Domínguez: En ROS Film Festival se proyectarán cortometrajes pertenecientes a dos categorías, Real Robots, donde los robots protagonistas son robots de verdad, electrónicos y programables, y fictional robots, donde en este caso los robots o IA son personajes o animaciones. Dentro de ambas categorías tenemos además las subcategorías de experimental, videos musicales, animación y general, todas ellas dirigidas a un público adulto no especializado, a las que hay que sumar los cortos para público infantil y juvenil. Recibimos cortos aptos para edades de 6 a 16 años que distribuimos en colegios y centros de enseñanza.
A pesar de las dificultades que rodean al sector cinematográfico, el nivel de los cortos que se producen en España cuenta con el reconocimiento internacional. ¿Nos podría hablar del nivel de las candidaturas para la presente edición y de qué países proceden en mayor medida los cortometrajes aspirantes a llevarse el concurso?
En España hay buen nivel, sin embargo en las 3 ediciones anteriores en la categoría fictional robots solo 1 corto español se llevó reconocimiento del jurado. Países como Italia, Francia y EEUU suelen copar los premios del ROS. De Sudamérica nos llegan también cortos de muy buena calidad, como el ganador del año pasado M.A.M.O.N. procedente de Uruguay y o Uncanny Valley de Argentina que se llevó el segundo premio en la primera edición. Este año hemos recibido por primera vez cortos de China y Japón que van a ser exhibidos dentro en la sección oficial a concurso.
La edición de 2020 estuvo marcada por la pandemia, ¿qué supone poder volver a abrir las puertas al público de manera presencial?
Nuestro festival se concibe como un festival online, ROS Film Festival viene de Robotic Online Short Film Festival. Lo que sucedió el año pasado es que todo el mundo convirtió sus festivales a online, así que nosotros apostamos por darle mayor peso a la presencialidad, lo que conseguimos realizar bajo el lema de “Cultura segura”, pero nos quitó bazas para preparar en buenas condiciones la edición online. Así, la vuelta a la normalidad nos devuelve a nosotros la capacidad de volver a trabajar con los recursos adecuados la parte del Festival online, mientras consolidamos la presencial iniciada el año pasado.
En las mesas redondas organizadas se debatirán aspectos como la robótica, la tecnología, la libertad y la esclavitud. ¿Cree usted que estamos ante las puertas de que nuestra sociedad vea recortadas sus libertades?
Nuestra sociedad tiene las libertades recortadas desde hace mucho tiempo. Anoche pensaba en cómo sería un mapa mundial, análogo a los de temperatura, donde se reflejaran a través de colores, rojo más grados, azul menos grados, los grados de libertad (en lugar de calor) de cada territorio. En España estaríamos a la cola de Europa, seguramente los últimos. Pero no lo podemos comparar con países de territorios asiáticos, africanos o americanos.
Si en lugar de movernos por territorios hablamos del online, el tercer entorno, las tornas seguramente estarían invertidas, los territorios donde más libertades físicas se dan, más recortes y limitaciones se nos imponen a través de medios online y a través del neuromarketing, incluso sin darnos cuenta.
Además de la proyección de cortometrajes se realizarán diferentes actividades, como exposiciones y talleres infantiles, con el objetivo de acercar el apasionante mundo de la robótica a los más jóvenes. Nos podría detallar la importancia que tiene para el festival realizar las actividades que tienen planeadas.
Nuestro festival pretende reflexionar sobre la relación entre humanos y tecnología, más allá del entretenimiento, y promover un uso creativo de las tecnologías más allá del mero consumismo. Por eso es muy importante organizar actividades paralelas como las que comentas, para poder transmitir los valores del festival respecto a la tecnología de una manera adecuada.
Cada vez es más frecuente ver a robots industriales y sociales en representaciones teatrales, musicales, danza, cine o museos. Incluso la incorporación de la inteligencia artificial está permitiendo que los robots se expresen por sí mismos, ya sea creando música o pintando cuadros. ¿Cómo ve el futuro más inmediato y en qué modo cree usted que las nuevas herramientas afectan a los generadores de contenido artístico?
Esta ha sido el año que más trabajos hemos recibido en la categoría “Real robots” y a diferencia de años anteriores los trabajos se han desarrollado en la línea de lo experimental y no tanto de historias con corte “clásico”. En mi opinión el resultado tiene mayor calidad que los otros años, los creadores deben usar las nuevas herramientas tecnológicas también como herramientas de expresión artística y a partir de ahí diseñar personajes en historias que difieran de lo que estamos acostumbrados a ver en las categorías de robots de ficción, como robots limpiadores, acompañantes o bélicos.
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