Una empresa especializada en la fabricación de baldosas porcelánicas se ha decantado definitivamente por el sistema de agarre de PIAB dada la flexibilidad que ofrece ante los retos que conlleva la manipulación de piezas porcelánicas.
La compañía italiana líder en la fabricación de material porcelánico trabaja con piezas con un tamaño que puede ir desde los 1200×1200 mm hasta los 1620×3220 mm, llegando a alcanzar pesos de hasta 300 kg, por lo que buscaba un sistema de agarre de vacío que le ofreciese total garantía para realizar manipulaciones seguras dentro de sus procesos de fabricación automatizados. Además necesitaban que fuesen lo suficientemente flexibles como para adaptarse a los distintos tamaños y formatos de sus productos.
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Dadas las necesidades terminaron decantándose por integrar las garras de vacío de PIAB, concretamente el modelo Kenos KVG. Además de cumplir con las particularidades anteriormente mencionadas, debemos añadir que las superficies son muy distintas entre sí, pudiendo ser rugosas, porosas o lisas, un factor para el que este tipo de plano aspirante de vacío cumple a la perfección con su cometido.
Los sistemas de vacío integrados en la fábrica fueron destinados a tres aplicaciones muy concretas. Por un lado en el sistema de paletizado, donde las baldosas son manipuladas para colocarlas en las cajas de madera en donde serán almacenadas hasta la fecha de su expedición al cliente. Por otro el sistema transportador en el que los planos aspirantes KVG trabajan con las baldosas sujetándolos desde la salida de los rodillos hasta otro punto de la línea de producción. Y por último un sistema en el que mueven cada baldosa desde la salida de los rodillos hasta ubicarlos en un sistema de estanterías automatizadas con un trípode inclinado a 85°.
A lo largo de los procesos señalados la fuerza de sujeción empleada es muy importante, por lo que para garantizar la seguridad de los trabajadores se utiliza la manipulación por cizalladura que impide que se produzcan tanto accidentes como paradas de máquina no programadas.
Una de las principales ventajas que ofrece esta tecnología de vacío es que le permite manipular cualquier tipo de baldosa independientemente de tamaño y forma, por lo que se elimina la necesidad de que los operarios tengan que realizar ajustes mecánicos, cambio de las ventosas u otro tipo de operaciones de mantenimiento que interrumpen la producción a la vez que encarecen los costes de la misma.
Fuente: Piab.com
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