La pequeña y mediana empresa da el paso hacia la robotización de los procesos gracias a que nunca ha sido tan accesible integrar un robot industrial para afrontar los retos productivos
No son pocos los líderes de las organizaciones que aún siguen anclados en la idea de que los robots industriales son una tecnología que únicamente está al alcance de las grandes empresas o de la industria automotriz. Como veremos a continuación, este estigma se ha logrado hacer frente gracias al grado de madurez que la robótica industrial ha alcanzado en la última década y en este artículo queremos mostrarte en qué te pueden ayudar a mejorar tus procesos y para qué sirven los robots industriales.
Un ROI demasiado alto y la falta de conocimientos para programar los equipos, eran hasta hace bien poco una barrera que limitaba el acceso a las PYMEs a los sistemas de última generación con los que aumentar su productividad. Ambos aspectos se han solventado con éxito hasta convertir la robótica industrial en una tecnología clave con la que mejorar la competitividad de las empresas.
A día de hoy son muchas las compañías que se ven afectadas en puestos estratégicos por la falta de personal cualificado en el mercado laboral. Una encuesta de CME señala que hasta un 42% de las empresas ha perdido nuevos trabajos o clientes por no disponer de personal cualificado para afrontar el trabajo. Un ejemplo son los puestos de técnicos de almacén con conocimientos en la digitalización de los procesos, los operarios de máquinas CNC o los propios soldadores, estos últimos seriamente afectados por la falta de relevo generacional en la profesión.
Nadie pone en duda que con el imparable envejecimiento de la población, esta situación cada vez será más crítica. No obstante no tienes de qué preocuparte. A pesar de las dificultades, el ingenio de las personas se mantendrá siempre en el centro de cualquier elemento productivo, simplemente estamos encaminados a delegar las producciones en los sistemas automatizados para alcanzar los retos a los que nos enfrentamos. La robótica industrial tradicional y la robótica colaborativa satisfacen las necesidades de las empresas por la versatilidad y flexibilidad que ofrecen, incluso para responder ante un gran número de referencias de bajo volumen. Si bien es cierto que los cobots aún tienen limitaciones respecto a los robots industriales, principalmente en tiempos de ciclo y cargas máximas de peso, el ecosistema que tenemos a nuestro alcance es muy completo para satisfacer un gran número de aplicaciones.
¿Y para qué sirve un robot industrial en una empresa?
Es por ello que son muchos los fabricantes de robots industriales que en los últimos años se han volcando en el desarrollo de cobots para satisfacer la demanda de un mercado que año tras año les está permitiendo crecer por encima de los dos dígitos. Es cierto que los cobots ofrecen ciertas ventajas respecto a los robots tradicionales, y es imprescindible divulgarlas, pero evidentemente no siempre son la mejor opción.
Cada aplicación tiene sus propias necesidades productivas, y sobre todo de seguridad, que ante todo deben de cumplirse. Los cobots pueden favorecer la creación de entornos realmente colaborativos entre humanos y robots, de ahí el éxito cosechado en la última década, pero existen otras soluciones como los brazos robóticos tradicionales, los robots Scara o los robots Delta que en otras ocasiones pueden encajar mejor por sus prestaciones con los requisitos del cliente. Si es la primera vez que escuchas hablar de los robots Scara o los robots Delta, te recomendamos que hagas click en los enlaces del texto para que puedas conocer las ventajas que ofrecen cada uno de ellos.
Para cualquier empresa que desea invertir en un equipo, el ROI es un factor totalmente determinante. Hoy en día tenemos a nuestra disposición ayudas económicas para acceder a esta tecnología e incluso algunos fabricantes, que entienden y se solidarizan con las dificultades de la pequeña empresa, apuestan por financiar los robots a muy bajos intereses para que sean más accesibles. No obstante, como cualquier otro equipo industrial, cuanto mayor número de horas al día vaya a estar en activo, más rápido será el retorno de la inversión. Desde luego no es un concepto nuevo, pero sí que es cierto que es un aspecto muy a tener en cuenta a la hora de valorar su incorporación.
Cuando queremos automatizar un proceso no siempre es porque buscamos obtener mayor rentabilidad, dado que puede ser que nuestra intención sea mejorar la fiabilidad del mismo, que no es poco. También tenemos un equipo humano a nuestro cargo por el que hay que velar, y son muchos los puestos de trabajo en los que los métodos tradicionales provocan frecuentemente lesiones o accidentes laborales. ¿Te imaginas cómo sufre una espalda después de paletizar 500 cajas de 15 kilos en una jornada laboral? ¿Y si las cajas son de 10 kilos, pero trabajas en un almacén de utltracongelados? La robótica es especialmente útil para estos y muchos otros casos en donde las condiciones laborales son muy exigentes o las propias condiciones higiénicas, como sucede en las líneas de envasado de carnes y en general en la industria de la alimentación.
Con cierta frecuencia mostramos casos prácticos de automatizaciones tanto para pequeñas como para grandes empresas. En algunos ejemplos podemos ver cómo los robots son los actores principales de la instalación, mientras que en otros lo son tecnologías asociadas como el Machine Learning (IA) o la Visión Artificial. Estas tecnologías amplifican el potencial de los brazos robóticos con el fin de que las decisiones las tome un software en función de los parámetros con los que hemos entrenado a los algoritmos. Tranquilo, las empresas integradoras se encargan de que las interfaces de usuario sean realmente sencillas de usar para los que no están versados en la materia.
Si crees que ha llegado la hora de amplificar la capacidad productiva, incrementar la calidad del proceso, o simplemente mejorar las condiciones laborales de un puesto, la robótica industrial te ofrece un gran abanico de oportunidades que perfectamente puedes complementarlas con tu equipo de trabajo.
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