La pandemia provocada por el Covid-19 ha golpeado negativamente a nivel mundial, principalmente a nivel social, por supuesto, pero también a repercutido gravemente a nivel empresarial, como consecuencia del frenazo productivo que sufrimos que a día de hoy seguimos lastrando sus consecuencias. Si nos centramos en el sector de la robótica industrial, a pesar de que las ventas se redujeron 15% en 2020 en nuestro país (según último informe de IFR), no todo fue negativo ya que se impulsó la inversión en la automatización del sector logístico en donde se espera que alcance un crecimiento interanual de hasta el 31% hasta 2023.
Cuando se inició la pandemia a comienzos del 2020 las empresas logísticas tuvieron que lidiar con un incremento en la demanda de productos generado por el aumento de las compras online y las entregas a domicilio, pero también se vieron obligadas a compensar las ausencias de los trabajadores por las medidas de aislamiento, el distanciamiento social o por los graves casos de enfermedad que se han producido que en muchas ocasiones generaron situaciones irreversibles. En consecuencia, han sido muchas las empresas que se vieron en la necesidad de redefinir sus procesos y apelar a las capacidades de la robótica y de los sistemas automatizados como un medio para combatir los efectos derivados de la pandemia.
La adopción de soluciones automatizadas ha generado un valor agregado permitiendo a las empresas satisfacer rápidamente las demandas cambiantes de los consumidores y del mercado, mientras juegan un papel importante para la integridad de los empleados, en términos de resguardar su seguridad minimizando el riesgo de contagios.
Antes de llegar la pandemia a nuestras vidas, tanto el sector minorista como el de logística ya comenzaban a alejarse de las compras en tiendas convencionales, a medida que un número cada vez mayor de consumidores preferían acudir a internet al momento de comprar productos. Por poner un ejemplo en la Unión Europea, entre el año 2019 y 2020 se incrementaron en un 30% las compras online con tasas similares a países como Estados Unidos, Reino Unido y China, produciendo una mayor demanda en la necesidad de automatizar los almacenes. Se prevé que las inversiones en la automatización de los almacenes experimentarán una tasa de crecimiento anual del 12,6% hasta el 2023, con una gran acogida tanto para los robots móviles de almacén como de los robots colaborativos.
Hay que añadir que los cambios en las políticas comerciales globales, la naturaleza cambiante de la demanda de los consumidores de productos personalizados y la expectativa de entrega al día siguiente o incluso el mismo día, estaban obligando a los operadores a replantearse sus estrategias. Es incuestionable que la robótica y la automatización de los procesos permitirá a las compañías a respaldar su competitividad, a aumentar la productividad y a gestionar eficientemente el crecimiento del comercio electrónico.
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