“La colaboración entre humanos y robots tiene un enorme potencial para la automatización de gran cantidad de procesos donde la variabilidad y flexibilidad son la norma”, Daniel Martín, Competence Centre Robotics Manager de Pilz España
PILZ es una compañía internacional líder en componentes, sistemas y servicios orientados a la automatización de máquinas e instalaciones. Impulsados por la visión ‘The Spirit of Safety’, la firma incorpora los términos confianza, seguridad y fiabilidad como características de sus productos y servicios.
Pregunta: El desarrollo del potencial de la robótica en el entorno industrial es el objetivo en el que trabajan diversos proyectos europeos en los que participa Pilz. ¿Qué importancia tiene la colaboración entre empresas y administraciones para desplegar ese potencial?
Daniel Martín: Bajo mi punto de vista, la introducción de la robótica en los procesos productivos es un factor clave para disponer de una industria altamente productiva y competitiva. No obstante, si bien la robótica industrial es una tecnología madura y con gran aceptación en grandes entornos productivos, su introducción en empresas de menor tamaño o en aquellas donde la flexibilidad es un factor importante todavía hoy presenta algunas limitaciones.
En este sentido, existen un gran número de iniciativas y tecnologías en desarrollo, como las que PILZ desarrolla en este tipo de proyectos, que van encaminadas a dar solución a muchas de estas limitaciones.
No obstante, para completar el desarrollo de estas tecnologías y su introducción en el tejido industrial, es imprescindible que todos los agentes implicados en la cadena de la innovación (universidades, centros tecnológicos, empresas proveedoras de tecnología y empresas usuarias) trabajemos de forma conjunta y alineada en favor del interés de nuestra industria, y para ello el apoyo de las administraciones es realmente importante promoviendo la colaboración entre estos agentes y aportando recursos.
Precisamente, en este momento se está tramitando el nuevo Reglamento de Máquinas para la UE, que actualizará la Directiva vigente desde 2006. ¿Qué implicaciones tendrá para el desarrollo de la robótica industrial?
La introducción de nuevas herramientas y tecnologías alrededor de la digitalización, como por ejemplo la introducción del componente de seguridad o que los algoritmos de IA quedarán normalizados, son claves para el progreso de la robótica y su extensión a todo tipo de entornos productivos.
El nuevo reglamento, entre otros aspectos, incide en los retos que se derivan de los avances en materia de digitalización (tales como el uso de la IA o la ciberseguridad aplicadas a maquinaria productiva) y es la llave para su aceptación por parte de la industria y para que todos estos desarrollos se puedan integrar con garantías.
En noviembre, participarás en las VIII Jornadas sobre tecnologías y soluciones para la automatización industrial, que organiza la Universidad de Vigo, con una conferencia sobre la integración de la inteligencia artificial en el nuevo Reglamento. ¿Qué valor le das a este tipo de eventos?
Este tipo de eventos son de gran valor para toda la industria. Es un punto de encuentro entre los diferentes actores del proceso de innovación, y donde podemos exponer e intercambiar visiones con profesionales de primer nivel dentro del sector.
Como apuntábamos, Pilz es parte activa de diversos proyectos corales de alcance europeo. Es el caso de SHERLOCK, que explora el potencial de la colaboración segura entre humanos y robots. ¿Cuáles son sus puntos fuertes y qué valoración haces del trabajo realizado hasta ahora?
La colaboración entre humanos y robots tiene un enorme potencial para la automatización de gran cantidad de procesos donde la variabilidad y flexibilidad son la norma. Dicho esto, los procesos colaborativos humano-robot requieren no sólo de robots colaborativos, sino que además es necesario toda una serie de tecnologías para que esta colaboración resulte fluida y realmente efectiva, tal y como se ha demostrado con los procesos piloto desarrollados en SHERLOCK, y que han llevado al proyecto a estar entre los tres finalistas del “Industry 5.0 Award” otorgado por la Comisión Europea.
En este sentido, la seguridad industrial resulta un elemento clave y transversal a la aplicación de todas estas tecnologías. La participación de PILZ en el proyecto como experto en esta materia otorga confianza y garantías, tanto a los desarrolladores de tecnología como a los usuarios finales, de que el esfuerzo realizado en desarrollar y adoptar estas nuevas tecnologías, respectivamente, da como resultado soluciones seguras, que se alinean con el marco legal y los estándares vigentes.
La participación en SHERLOCK nos permite retarnos, crecer e innovar en nuestros procesos de análisis de seguridad, a la vez que nos enorgullece la confianza que estos grupos de investigación, entidades y profesionales de referencia en la materia depositan en nosotros.
Otro de los proyectos es ODIN, cuya misión es demostrar que los nuevos sistemas de fabricación basados en robots no solo son técnicamente viables sino también eficientes y sostenibles para su introducción inmediata en la planta de producción. ¿Cómo está funcionando?
Si bien SHERLOCK tenía un componente más innovador, en ODIN aplicamos tecnologías ligeramente más maduras con el objetivo claro de transferir estos desarrollos al proceso productivo. Pese a este mayor nivel de madurez, en el proyecto nos estamos encontrando con aplicaciones que suponen un reto importante en materia de seguridad y que nos obligan al desarrollo de conceptos de seguridad con un alto nivel de complejidad, que se nutren del alto nivel de conocimiento de nuestros expertos.
Recientemente, estuviste en Italia, en la presentación del proyecto Converging UE, que se centra en la introducción en entornos industriales colaborativos entre humanos y robots tecnologías como la inteligencia artificial, el Big Data y la Smart Manufacturing. ¿Con qué horizonte temporal trabajáis para la generalización de estas aplicaciones?
CONVERGING arranca con un alto nivel de expectativas para la consolidación de tecnologías que vienen desarrollándose en proyectos anteriores y que, en este proyecto, esperamos que puedan dar un salto cualitativo en términos de madurez. Se trata de un proyecto a cuatro años que pretende demostrar cómo colaboración humano-robot y la digitalización en procesos productivos, incluyendo su fase de diseño, eleva el nivel de competitividad de las empresas que apuesten por ello.
Para nosotros, y especialmente para el Centro de Competencias de Robótica de PILZ, la participación en CONVERGING supone una oportunidad de explorar nuevas formas de desarrollar y analizar los sistemas de seguridad, gracias a la aplicación directa de alguna de estas tecnologías que mencionas. En este proyecto esperamos completar el desarrollo de tecnología propia que poder explotar posteriormente.
Más información: Pilz.com
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