La robótica hace tiempo que ha entrado en las fábricas y centros productivos de todo el mundo. Pero desde entonces, ha evolucionado sin frenos, con sistemas robotizados cada vez más complejos. La investigación en este tipo de aplicaciones para garantizar que son seguras a la vez que productivas es totalmente necesario, y deben implicarse todos los agentes que interactúan que fabrican, integran o garantizan la seguridad en estos sistemas autónomos. El proyecto europeo de investigación ODIN, enmarcado en el plan Horizonte 2020 de la UE, tiene este papel crucial.
De hecho, la propuesta de este consorcio centra sus objetivos de investigación en desarrollar las bases para un futuro ecosistema industrial robotizado. Un entorno que debe ser abierto, flexible, conectado, seguro y escalable. Todo ello para que sirva a los centros productivos europeos para acelerar la digitalización y la introducción de las nuevas líneas con robots industriales y las tecnologías digitales asociadas como bases de productividad y crecimiento futuro.
Esta propuesta tecnológica se refleja desde el propio nombre del proyecto, Open-Digital-Industrial and Networking pilot lines using modular components for scalable production (ODIN en su forma corta), y está formado por 15 instituciones procedentes de 8 países diferentes. Gracias a las aportaciones de todos estos partners, se genera un mayor conocimiento para alcanzar soluciones efectivas para la industria y llevarlas a ensayo en entornos reales.
La seguridad, uno de los ejes centrales de ODIN
Cualquier aplicación robótica debe tener en su propia concepción la seguridad, tanto de máquinas y entorno como de los profesionales que trabajan en contacto con estos sistemas automatizados. Por ello, el proyecto europeo ODIN cuenta activamente con el equipo de especialistas en robótica de Pilz entre los profesionales implicados. La firma experta en automatización segura aporta sus conocimiento y experiencia: de hecho, se trata del quinto proyecto europeo en el que participa la sede española.
La participación de Pilz se concreta en liderar los aspectos fundamentales relativos a la seguridad, además del cumplimiento de la normativa aplicable de las nuevas tecnologías y soluciones desarrolladas por el consorcio. Esta aportación se concreta en:
- La definición de los conceptos de seguridad en cada uno de los diferentes casos, para que los pilotos y las tecnologías resultantes del proyecto estén en consonancia con el marco legal y normativo. Este aspecto incluye los sistemas de mando de las máquinas (SRP/CS).
- Las evaluaciones de riesgo en diferentes fases del proyecto, desde el diseño y la implementación de pilotos a pequeña escala hasta aquellas que se realizan ya en pilotos finales.
- El soporte a la integración de los componentes de seguridad necesarios.
- El desarrollo de una herramienta para la integración de aspectos de seguridad en un sistema de gemelo digital.
- El apoyo en el diseño de interficies HMI de realidad aumentada (AR) en relación a dispositivos de seguridad en células robotizadas, por ejemplo mediante el uso de escáneres de seguridad con zonas de protección.
Adaptación a las nuevas normativas aplicables
A través de estas funciones, Pilz se consolida como proveedor de tecnología de seguridad para robótica e integrador de estos sistemas. Esta función se materializa mediante el desarrollo de una serie de servicios, metodologías y procedimientos relacionados con la seguridad y las nuevas formas de uso de los robots de acuerdo con la Directiva de Máquina 2006/42/CE, que ahora deberá adaptarse al nuevo reglamento de máquinas de la UE en camino.
Para ello, la firma identifica el marco normativo aplicable a cada escenario y la solución idónea para garantizar el cumplimiento con eficacia y protección, y que será desarrollado e implementado. Pero, como primer paso, es esencial identificar las necesidades y los requisitos de las integraciones, así como las formas de colaborar con los robots, para identificar los sistemas de seguridad que se requerirán en el futuro para implantar las aplicaciones desarrolladas por ODIN en las plantas industriales de todo el mundo.
Fuente: Pilz.com
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