La tecnología de KUKA está ayudando en la manipulación de residuos radiactivos durante el proceso de desmantelamiento de la planta nuclear más grande de Europa
La planta nuclear de Sellafield, situada en Inglaterra, está viviendo sus últimos días después de permanecer durante más de medio siglo proporcionando energía nuclear para usos comerciales. Ahora toca desmantelarla, un proceso complejo, dado que los residuos almacenados son altamente radioactivos.
La planta de Sellafield se inauguró en 1947 como parte del programa nuclear británico en donde se reprocesaron elementos combustibles de Gran Bretaña, Europa y Japón. Allí se almacenaron durante décadas desechos radioactivos sin que fuese diseñado para ser vaciado de manera segura más tarde, convirtiendo el silo de almacenamiento en uno de los edificios más peligrosos de Europa occidental. El interior del silo se purga con gas Argón con el fin de evitar que los residuos se incendien, puesto que si los desechos entran en contacto con el oxígeno de la atmósfera, se encenderían y podrían causar problemas de radiación.
La empresa Cavendish Nuclear ha sido contratada para retirar los residuos del silo y garantizar un almacenamiento seguro, la cual ha confiado en KUKA para el desarrollo y construcción de un sistema robótico que ayude en la transferencia de residuos a contenedores seguros.
La célula robótica quita los pernos de la tapa del contenedor de residuos vacío. La tapa se quita en una habitación blindada separada y el contenedor se llena con desechos. A continuación, la tapa se vuelve a colocar y se devuelve a la celda robótica. El robot reemplaza los pernos a un par especificado y limpia el contenedor con un hisopo. Este hisopo se analiza para garantizar que no haya contaminación presente. Si está limpio, el contenedor puede exportarse de forma segura desde la planta y almacenarse.
Los operadores se retiran del área de proceso eliminando la posibilidad de que estén expuestos a radiación dañina. «Trabajamos en estrecha colaboración con Cavendish Nuclear en el diseño y la entrega del sistema robótico, y durante los últimos cuatro años la célula robótica ha respaldado con éxito el desmantelamiento de la planta», afirma Dave Burns, experto nuclear de KUKA.
El proyecto no concluye ahí, puesto que se ha encargado una segunda celda robótica que pronto se utilizará en la siguiente fase de recuperación de residuos en el silo. Siempre asociamos la automatización de los procesos a la mejora del rendimiento de las líneas de producción. Este nuevo caso de éxito de KUKA va más allá, al minimizar el riesgo al que se exponen los operarios en la manipulación de productos peligrosos, ofreciendo una solución segura para el desmantelamiento de instalaciones nucleares altamente radioactiva.
Fuente: Kuka.com
