Son muchos los fabricantes y proveedores industriales que se están viendo arrastrados por la ola de la electrificación, un proceso de transformación que en especial está sufriendo el ecosistema de la industria automotriz. Somos conscientes de su relevancia, pero debemos de atender a las incertidumbres asociadas que genera un mercado emergente.
El tiempo corre para un sector del automóvil al que la UE le ha marcado el objetivo de únicamente fabricar coches con “cero emisiones” para 2035, el golpe definitivo a los coches de gasolina, diésel e híbridos que verán como no podrán circular por las carreteras a partir de 2050.
Los retos a los que nos enfrentamos no son precisamente pocos, y más aún cuando debemos encontrar alternativas que ofrezcan una sostenibilidad productiva con herramientas que aceleren los procesos industriales. Esta necesidad viene dada por el exponencial aumento de la demanda, que como bien señala Tal Sholklapper, CEO de Voltaiq, “La industria global de baterías se enfrenta a un crecimiento y cambio sin precedentes.”
Las baterías de iones de litio han acaparado el mercado de la electromovilidad por su capacidad para ser integradas en un gran número de aplicaciones móviles, sin embargo debemos de recordar que aún nos encontramos en una fase de desarrollo, y por ende a día de hoy nos encontramos ante grandes limitaciones y factores de riesgo. ¿Serán las nuevas baterías de estado sólido (SSB) la solución definitiva? ¿Qué alcance tendrá las pilas de hidrógeno? ¿Qué capacidad tienen las empresas para adaptarse a los posibles cambios?
La implementación de sistemas automatizados en las líneas de montaje de baterías nos permite adaptarnos al comportamiento y crecimiento del sector. Los fabricantes precisan de soluciones que sean lo suficientemente flexibles como para absorber los cambios que se avecinan, porque a buen seguro llegarán más. La industria 4.0 nos ha proporcionado herramientas para digitalizar las producciones, monitorizar los parámetros críticos y analizarlos en tiempo real para que en caso de necesitarlo podamos corregir las variaciones.
En este sentido las empresas de automatización están aportando su experiencia en el diseño e implementación de innovadoras aplicaciones que garanticen el rendimiento de las líneas de montaje de baterías, atendiendo a sus especificaciones, así como de las necesidades actuales y futuras.
El mercado es complejo, por lo que necesitamos estandarizar las producciones en la medida de lo posible para atender a las variaciones en las producciones de baterías. Es decir, las soluciones deben de poder ser reutilizadas en caso de necesidad para poder amortizar las inversiones a la vez que brindar una ventaja competitiva. En este sentido, la flexibilidad y la capacidad de adaptación que ofrece la robótica industrial a los procesos productivos no tiene parangón.
Os dejamos algunos ejemplos de integraciones realizadas por KUKA para este sector
Muchas organizaciones están emergiendo gracias a las nuevas oportunidades que están surgiendo en torno a la electrificación. Cuando parece que las líneas están trazadas en este sector, se están generando un gran número de oportunidades como es el caso del desmontaje y descarga de las baterías o en las líneas de montaje de baterías reutilizadas. De ahí la relevancia que está adquiriendo la integración de sistemas modulares con tecnología de proceso que dispongan de una arquitectura basada en la Industria 4.0.
La automatización de los procesos va más allá, permitiéndonos validar previamente un proceso en una línea de montaje por medio de un gemelo digital. Esta tecnología ha revitalizado el campo del diseño, permitiéndonos acelerar los procesos de desarrollo y comercialización de los productos. La digitalización es la solución definitiva para mejorar la trazabilidad de los equipos y cumplir con las leyes que ahora exigen la documentación estricta de cada proceso de fabricación.