Después de que un fisioterapeuta español buscase un método para aumentar el número de pacientes diarios a los que poder atender en su consulta, el Grupo Inspiralia decidió invertir en desarrollar un proyecto innovador a nivel mundial del que ha surgido un robot colaborativo capaz de realizar terapias de fisioterapia con el que tratar problemas musculares de espalda.
El robot se llama Adamo y está totalmente controlado por un profesional de la fisioterapia que se encarga de realizar un diagnóstico del paciente para que posteriormente el brazo robótico pueda realizar el tratamiento más adecuado a su patología. El robot Adamo mapea los puntos señalados por el fisioterapeuta mediante cámaras 3D, sensores y termografía, en donde ejerce la presión requerida según la programación indicada.
Para dar una solución segura y fiable desde el punto de vista médico, Inspiralia ha contado con el proveedor de tecnología robótica colaborativa Universal Robots. El modelo en cuestión empleado ha sido el cobot UR5E, un robot colaborativo que gracias a un cabezal que aplica aire a presión es capaz de ejercer presión con una precisión milimétrica en los puntos que ha marcado el fisioterapeuta.
El robot colaborativo incorpora una cámara 3D que permite mapear el cuerpo del paciente con el fin de poder contrastar y comparar los datos captados en futuras sesiones. Además cuenta con sensores de seguridad y de distancia, y de una cámara termográfica que controlan el aire que ejerce un compresor que es capaz de proporcionar hasta 200 litros por minuto. El sistema es controlado mediante un software desarrollado por Inspiralia que permite definir la patología del paciente y aplicar el tratamiento conveniente según el criterio del fisio. Gracias a las capacidades que ofrece el Big Data, todos los datos que percibe el robot Adamo podrán ser consultados para ver la evolución de la patología y en caso de ser necesario modificar el tratamiento.
Una de las ventajas que ofrece el robot colaborativo es que siempre ejerce con precisión la misma presión que requiere el tratamiento, reduciendo de este modo el número de sesiones a la que se debe de someter cada paciente. Hasta la fecha el sistema Adamo ha tenido una gran acogida por parte de los profesionales del sector, facilitando el trabajo de los mismos al no tener que realizar tantos esfuerzos físicos con las consecuentes lesiones que les generan. Gracias a la robótica ahora los profesionales del sector pueden dedicar una mayor parte de su tiempo a asesorar y atender a un mayor número de usuarios mientras que el robot es el encargado de realizar los tratamientos repetitivos.
Fuente: Universal-Robots.com
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