A nivel global el sector industrial ha comenzado su particular recuperación debido al aumento de la demanda generada tras el “fin de la pandemia” sin embargo estamos pudiendo comprobar cómo son muchos los sectores en los que la escasez de mano de obra cualificada no corresponde con la demandada que reclama el sector empresarial.
Del mismo modo que en Gran Bretaña el sector logístico está sufriendo la escasez de transportistas, si nos fijamos por un momento en el mercado estadounidense, con unos índices de desempleo superiores a los que tenían en 2018, el 77% de las empresas aseguran que tienen grandes dificultades para contratar soldadores experimentados o controladores de máquinas, entre otros.
El sentir de los empresarios “No podemos encontrar personal cualificado para hacer frente al trabajo” es avalado por un gran número de estudios internacionales que se han centrado en este grave problema. Si nos centramos en el informe realizado por The Manufacturing Institute, augura que en EEUU hasta 2,1 millones de empleos del sector industrial quedarán sin poder ser ocupados antes del 2030. Para lograr revertir esta situación se debería hacer hincapié en una idea cada vez más constatada entre los jóvenes, que entre otros factores piensan que son profesiones sin futuro a medio y largo plazo, dado que los robots industriales acabarán por absorber dichos puestos de trabajo. Este tipo de hándicaps impide el acceso a puestos de trabajo de calidad y ralentiza el crecimiento de las empresas afectando tanto al conjunto de la economía en general como de la propia sociedad.
Es por ello que es imprescindible hacer pedagogía de manera urgente y profunda. La robótica no llegó para arrebatarnos los puestos de trabajo, sino para ayudar a mejorar las producciones de las fábricas en un mundo cada vez más globalizado y competitivo. Y lo logra de una manera competitiva, eficiente y sobre todo sostenible en el tiempo. Es un aspecto de vital importancia al que la directora ejecutiva de The Manufacturing Institute hace referencia: «Tenemos un problema de percepción. La gente no sabe que los trabajos están aquí o que estos son trabajos que quieren. La gente piensa que es una industria estacionaria, de baja progresión y poco conocimiento. Y ese no es el caso.»
La integración en las empresas de los robots industriales sirve para mejorar la calidad del producto, reducir los costes y en definitiva aumentar la competitividad de las empresas, hoy en día tenemos a nuestra disposición un elenco de empresas de automatización que se han especializada en la rama de la mecatrónica y robótica industrial con el objetivo de poder ofrecer a sus clientes un nuevo escenario productivo. Además de insistir a nuestros jóvenes en la imperiosa necesidad de seguir formando a profesionales altamente cualificados, las empresas tienen en la robótica un fiel aliado que les permite hacer frente al que debería de ser su verdadero desafío, que no es otro que el de optimizar sus procesos productivos.
Descubre ejemplos en los que la robótica industrial mejora a las empresas: