Los vehículos sin conductor van rompiendo barreras a la vez que nos muestran pinceladas de su potencial. Para parte de la población puede seguir siendo una tecnología futurista, sin embargo la tecnología robótica, la Inteligencia Artificial y los sistemas de navegación que utilizan, se encuentran plenamente maduros permitiendo un avance imparable en el sector de la conducción autónoma.
Una de las empresas de robótica que más está impulsando el desarrollo de estos vehículos es Nuro. Se trata de una startup con sede en Mountain View, California, la cual fue fundada en 2016 por Dave Ferguson y Jiajun Han. En 2019 recaudaron la nada despreciable cifra de 940 millones de dólares por parte de SoftBank, un fondo de inversiones orientado a proyectos tecnológicos y más concretamente al desarrollo de robots.
Vehículo sin conductor Nuro
Nuro es un coche eléctrico destinado a realizar entregas de reparto a domicilio y comercios de manera autónoma. Es un proyecto vanguardista que pretende revolucionar el comercio urbano. Hasta la fecha han diseñado diferentes versiones que difieren entre sí por sus dimensiones y su capacidad de carga.
En diciembre de 2019 el condado de California aprobó que los vehículos de reparto autónomos pudiesen empezar a realizar pruebas por las calles en condiciones reales. Por suerte para el desarrollo del proyecto Nuro, acaban de anunciar que han recibido su licencia pertinente para que puedan empezar a hacer pruebas reales por las calles californianas de los condados de Santa Clara y San Mateo.
Ha sido la primera licencia que han entregado a un vehículo autónomo que no transporte pasajeros y ha sido atribuida a su vehículo de baja velocidad, la versión R2, que dispone de una velocidad máxima de 40 km/h. Algunas de las localidades en las que podremos ver los vehículos de Nuro son en Los Altos, Menlo Park, Colinas Los Altos, Atherton, Woodside, East Palo Alto, Montain View y Sunnyvale. Para poder realizar las pruebas sin conductor, les han puesto la premisa de que tiene que haber buenas condiciones climatológicas y que circulen por vías urbanas con un límite que no supere las 35 millas por hora.
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