Al igual que sucedió con todos los sectores industriales, la robótica industrial sufrió en 2020 los efectos de la devastadora pandemia sin embargo no todos los países lo han sufrido de forma tan agudizada.
Según ha adelantado IFR (Federación Internacional de Robótica) para el informe que están preparando World Robotics 2021, mientras que en 2020 la venta de robots industriales cayó un 2% a nivel mundial, en China lograron instalar la insólita cifra de 167.000 robots. Estos datos suponen un incremento en las ventas del país asiático del 19% si la comparamos con los datos de 2019, y que sin duda contrastan con la evolución sufrida en los mercados competidores.
“En china, donde el bloqueo del coronavirus entró en vigor en primer lugar, la recuperación económica de la industria robótica comenzó de nuevo en 2020”, ha señalado Milton Guerry, presidente de IFR. Un factor a tener en cuenta es que en China el 75% de los robots industriales instalados son exportados con una cifra que asciende a las 123.000 unidades mientras que 44.000 brazos robóticos fueron entregados por proveedores nacionales. El empuje del mercado asiático ayudó a los fabricantes internacionales a amortiguar los efectos de la crisis, siendo Japón el país que más se vio favorecido al ser el país dominante en la producción de robots industriales.
A pesar del retroceso en ventas sufrido en 2020, la ansiada recuperación económica puede estar más cerca de lo esperado, tal y como augura la OCDE, con un incremento del PIB mundial del 5,5% para 2021 y de un 4% para 2022.
Este mensaje es compartido por Milton Guerry, quien señala que “Las perspectivas para la industria robótica son muy optimistas”, en donde vaticinan un fuerte crecimiento para Estados Unidos, Canadá y el mercado europeo, en donde Alemania está siendo el país que más está acelerando su ecosistema industrial.
El mercado de los robots móviles y robots colaborativos son los que mejor se están adaptando a las nuevas necesidades de las empresas, con un incremento en ventas anuales del 15% que se espera sea sostenido hasta 2025 según las previsiones de IFR. “La robótica ha demostrado su flexibilidad para adaptar rápidamente la producción y responder a los cambios en la demanda, así como a lotes más pequeños”, asegura Milton Guerry. «Los beneficios de una mayor productividad salvaguardan los puestos de trabajo al mantener la competitividad de las empresas»
Fuente: Ifr.org
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