KUKA nos presenta un caso de éxito en el que una fábrica del Grupo BMW buscaba automatizar un complejo sistema con el que realizar controles de calidad para evitar posibles fugas en sus motores
El fabricante de robots alemán lleva más de tres décadas diseñando e integrando sistemas de montaje y ensayo altamente eficientes para la industria del automóvil. Es esta ocasión que os mostramos fue BMW Group quien, desde su planta de Birmingham (Reino Unido), puso a prueba toda la experiencia de KUKA en este sector para el diseño y desarrollo de un complejo sistema automatizado con el que realizar las pruebas de fugas a sus motores.
El proyecto tenía numerosos desafíos puesto que en la célula de control debían de poder inspeccionarse los motores de gasolina de 3 y 4 cilindros que producen en la fábrica de coches. El equipo técnico de KUKA encargado, con sede en Bremen, Alemania, se especializa en sistemas de montaje y prueba para conjuntos de tren motriz para automóviles y camiones, como motores, culatas, ejes, transmisiones y sistemas de dirección.
«Con este conocimiento, ayudamos a nuestros clientes a lograr un alto volumen y flexibilidad de variantes con bajos costos fijos del sistema «, dice Nils Priebe, Jefe de Ventas y Sistemas de Prueba de Gestión de Proyectos en KUKA Assembly & Test en Bremen. «La característica especial de esta estación: la posibilidad de convertirla para futuras variantes de motor en períodos de conversión cada vez más cortos.
La complejidad del proyecto requirió que el equipo de desarrollo de KUKA trabajase durante dos años en el diseño de la célula, de este modo el cliente logró obtener una exitosa puesta en marcha del sistema de pruebas.
La célula dispone de una plataforma giratoria tanto en el lado de entrada como en el de salida del motor con ocho lados de adaptación diferentes para el sellado. Este concepto permite probar todas las generaciones de motores de tres y cuatro cilindros de los últimos años y, por lo tanto, la máxima flexibilidad.
La prueba de los diferentes modelos de motores se lleva a cabo con dos métodos diferentes. La cavidad de aceite y agua del motor se prueba con aire comprimido, mientras que el riel de combustible usa helio para las pruebas. El control de fugas con helio ofrece una prueba muy eficiente para tasas de fuga pequeñas con alta confiabilidad, independientemente de la temperatura y la humedad. Aquí, el riel de combustible se llena primero con helio a 10 bar para detectar fugas gruesas. En ese momento, nuestro robot olfateador equipado con una lanza olfateadora comprueba todas las uniones roscadas después de un tiempo de penetración. Este concepto permite comprobar las uniones atornilladas no solo de forma selectiva, sino también semicircular con distancias mínimas para garantizar la eficiencia del proceso en tiempos más reducidos.
Fuente: Kuka.com