El uso de sistemas gestionados con Inteligencia Artificial favorece que las organizaciones saquen el mayor rendimiento a sus equipos e instalaciones.
Como si de una tormenta perfecta se tratase, los últimos dos años hemos sufrido problemas en la cadena de suministro que aún siguen sin resolverse por la inestabilidad del Covid-19, de los mercados energéticos, la guerra entre Rusia y Ucrania, el bloqueo del mayor puerto del mundo ubicado Shanghái o la crisis de los semiconductores, entre otros. Es por ello que tanto proveedores como fabricantes están encontrado en la automatización de los procesos una solución para dar respuesta rápida y eficiente a la gestión de sus productos.
Todos estos factores macro que se encuentran dentro de la denominada “globalización de los mercados” ha repercutido de manera incisiva en las pequeñas y grandes empresas. Para contrarrestar sus efectos la tecnología de la industria 4.0 nos permite la optimización de los tiempos de parada y ser más flexible a la hora de gestionar los pedidos, incluso a la hora de poder predecir las interrupciones de nuestras líneas de montaje. Gracias al uso de la Inteligencia Artificial, tenemos en nuestro poder la posibilidad de predecir y tomar acciones en consecuencia, por medio del desarrollo de estrategias. De este modo podemos abordar los desafíos en la recepción y entrega de los pedidos, así como condicionar los tiempos de fabricación para evitar el impacto del desabastecimiento de los componentes.
Si decidimos transformar nuestra estrategia aprovechando el potencial que nos ofrece la Inteligencia Artificial, seremos poseedores de una herramienta que nos permitirá sacar el mayor rendimiento de nuestras fábricas. La IA también tiene mucho que aportar a las propias líneas de montaje, en donde no solo tenemos que centrarnos en la falta de componentes, si no en otros aspectos que son fundamentales para su correcto comportamiento, como puede ser la escasez de mano de obra cualificada, desarrollar estrategias para un mantenimiento predictivo o crear planificaciones eficientes ante el incremento de los pedidos.
Hoy más que nunca las organizaciones dependen de cadenas que sean flexibles y eficientes, factores que el modelo tradicional no puede proporcionar. La Inteligencia Artificial analiza en tiempo real toda información que nos afecta, como puede ser el rendimiento de los equipos, la situación del transporte, la estabilidad de los mercados e incluso otros factores que nos pueden afectar a la hora de cumplir con un pedido, como por ejemplo anticiparnos a la llegada de una gran borrasca o el calendario laboral. Es imposible que la Inteligencia Artificial no logre resuelver todos nuestros problemas productivos y logísticos, pero a través del análisis de múltiples factores por medio de datos no estructurados, sí que nos va a ayudar a predecir situaciones y de este modo podremos diseñar toda una estrategia que implique desde el control de las células robotizadas y líneas de montaje de una fábrica hasta la propia entrega al cliente de los productos terminados.
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