ROBÓTICA

La norma ISO 3691-4 y los recursos formativos de Pilz para la integración segura de vehículos autónomos en el entorno industrial

El rápido desarrollo de la automatización en la industria y, en concreto, de las aplicaciones de los vehículos de guiado automático (AGV) y de los robots móviles autónomos (AMR), tanto en el entorno de producción como de almacén, ha obligado a la actualización de las normativas internacionales que regulan su uso para garantizar la seguridad de máquinas y personas.

No hay duda de que la robótica aporta grandes beneficios en la optimización de procesos y la productividad, pero también es cierto que la proliferación de dispositivos automáticos y vehículos autónomos en un espacio compartido con las personas aumenta los riesgos de que se produzcan accidentes.

La norma ISO 3691-4 y los recursos formativos de Pilz para vehículos autónomos

Hasta 2020, la norma específica vigente en Europa era la EN 1525:1997, que, con 23 años de antigüedad, había quedado muy obsoleta, pues no podía prever la velocidad a la que se iba a desarrollar la tecnología. La publicación en 2020 de la ISO 3691-4 actualizaba el principal estándar internacional, y otorgaba tanto a fabricantes como operadores una guía sólida de referencia.

Ahora bien, se trata de una norma mucho más compleja que su predecesora, pues detalla los diferentes parámetros y conceptos a tener en cuenta durante el diseño de un sistema de plataformas móviles industriales. El texto amplía los requisitos de las funciones de seguridad de los AGV y define los medios para validar sus funciones automatizadas. Además, establece el nivel de prestaciones requerido para las funciones de supervisión de los vehículos, los diferentes modos de funcionamiento y el mando de los frenos.

Según el marco legal, cada fabricante es responsable de implementar las medidas preventivas que garanticen la concurrencia segura entre las plataformas móviles y los humanos. Cada AGV o AMR debe integrar la tecnología necesaria para evitar colisiones y otro tipo de accidentes.

La cuestión es que cada vez hay más vehículos autónomos operando en un espacio donde hasta no hace tanto tiempo solo trabajaban personas. Esto obliga a las empresas a abordar la seguridad desde un punto de vista global, siguiendo los requisitos normativos y buscando las soluciones más adecuadas, tanto desde el punto de vista legal como de la productividad.

La conclusión obvia es que lo más práctico es buscar a un socio experto en automatización segura, como es el caso de Pilz, que ha desarrollado un completo paquete de servicios para la implementación de aplicaciones seguras con AGV o AMR, desde la fase de diseño hasta la puesta en marcha, y que incluye un amplio programa de cursos específicos.

El método Pilz para la integración segura de robótica móvil

El método Pilz se desarrolla en nueve pasos, que tienen en cuenta los siguientes aspectos:

  1. El entorno legal y los estándares aplicables (Directiva de Máquinas, ISO 12100 e ISO 3691-4 en el caso de la Unión Europea).
  2. Los requisitos de seguridad: peligros potenciales y métodos aplicables para la reducción de riesgos.
  3. Funciones de seguridad: hay que tener en cuenta los requisitos relativos a la seguridad funcional del vehículo y a su interacción con otras máquinas.
  4. Verificación del sistema: se debe comprobar la correcta implantación y funcionamiento de las medidas de seguridad, los sistemas de detección, los tiempos de parada, la estabilidad y otros elementos críticos del sistema.
  5. Información de usuario: manual de instrucciones y medidas adicionales de seguridad, como las señales visuales y sonoras que advierten de la aproximación del AGV.
  6. Características del espacio de integración: es necesario conocer con detalle el lugar donde van a operar los vehículos autónomos.
  7. Evaluación del área de aplicación: hay que tener en cuenta también los factores específicos de las tareas que se llevan a cabo, como si hay transferencia de cargas.
  8. Otros alimentos a considerar: si va a haber equipamiento adicional de máquina, como elevadores, estaciones de giro o cierres.
  9. Formación del personal: se debe entrenar a las personas que van a operar con los AGV y a las que se van a encontrar en la misma zona de trabajo para que conozcan los riesgos existentes y cómo evitarlos.

Curso específico para el uso seguro de vehículos de guiado automático

Respecto a la oferta de formación, Pilz ha preparado el curso “Uso seguro de vehículos y sistemas de guiado automático”, dirigido a fabricantes, integradores y usuarios con responsabilidad especial en relación con el uso de AGV. El contenido se estructura en tres partes: marco legal, vehículo de guiado automático (AGV) y combinación de sistemas de guiado automático, que tratan todos los aspectos significativos sobre el uso de plataformas móviles en el entorno industrial. Entre los beneficios que proporciona esta formación específica, se encuentran:

  • El aprendizaje de la aplicación y la implementación correcta de las normativas y Directivas relevantes, así como de los procedimientos técnicos probados para la integración de AGV.
  • La capacidad de gestionar el riesgo asociado a la instalación y utilización de los AGV en la nave de producción.
  • Ventajas competitivas en el uso de sistemas de guiado automático mediante la aplicación e implementación de las tecnologías de seguridad más adecuadas.
  • Los conocimientos necesarios para evaluar y valorar las instalaciones existentes en relación con la seguridad de los sistemas de guiado automático.

Fuente: Pilz.com

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