El mercado está experimentando una crisis mundial marcada por la escasez de mano de obra cualificada y el incremento de la demanda, factores que están obligando a muchas empresas a llevar a cabo la automatización de sus procesos logísticos.
Principalmente en la última década, empresas de todo el mundo están optando por automatizar sus procesos logísticos en aras de minimizar el riesgo al que deben someterse los trabajadores cuando se enfrentan a la realización de labores repetitivas que requieran de gran esfuerzo físico.
Una de las múltiples consecuencias provocadas por la pandemia es que trajo una escasez continua de mano de obra. Si lo sumamos a la gran competencia que existe entre las empresas de logística y al comportamiento impredecible de los consumidores, hemos puesto sobre la mesa un desencadenante que obligando a las empresas a pensar en otras alternativas que suplan de manera eficiente las labores que realizaban los trabajadores por medio de la automatización.
El primer paso para lograrlo es la implementación de sistemas robotizados para el transporte de materiales, transportadores y transelevadores, sin embargo antes de llegar a ese punto nos encontramos con que son muchas las empresas que todavía se preguntan, ¿cómo saber cuándo ha llegado el momento de automatizar mis procesos logísticos? Es por ello que a continuación te mostramos algunos aspectos que debes considerar para detectar si tu empresa requiere o no implementar sistemas automáticos.
¿Realizas trabajos peligrosos, repetitivos o difíciles de cubrir?
Mientras se incrementan las tasas de envío, la preparación de los pedidos se vuelven cada vez más exigente, sometiendo a los trabajadores a realizar tareas repetitivas bajo una mayor presión, generando insatisfacción y cansancio. Estos factores provocan que terminen siendo menos eficientes y que sufran mayor riesgo de accidentes laborales. Para salvar esta situación la alternativa más óptima es la automatización de la logística, permitiendo que sean los robots quienes ejecuten este tipo de labores mientras que los trabajadores pueden ser reubicados en otro tipo de tareas en donde aprovechar al máximo sus capacidades, mejorando su seguridad y por ende su satisfacción.
La escasez de mano de obra generada por la pandemia ha causado que la programación laboral se haya convertido en un acto de equilibrio precario. Además, debido a los cambios drásticos en las producciones y en los aumentos de los pedidos de los consumidores, hace que cada vez sea más preciso diseñar una planificación de la producción extremadamente flexible.
Para obtener una producción acorde con las necesidades podemos implementar robots móviles de almacén, capaces de adaptarse a los aumentos de los pedidos sin sufrir sobresfuerzos o tensiones por trabajar sin descanso. Una de las múltiples ventajas que ofrece la automatización de los procesos es que ayuda a reducir los costos de la producción. Capaces de trabajar 24/7, son mucho más eficientes y no cometen errores, por lo que se optimizan los procesos considerablemente.
En este aspecto destacan los robots AMR al poder trazar rutas y elegir la mejor alternativa en función de factores como la distancia, el tráfico y la ubicación de las paradas a lo largo de la ruta. Dotar a un almacén de soluciones automatizadas permite que a los trabajadores se les puedan asignar tareas logísticas más complicadas, mientras que los robots realizan las tareas repetitivas y de escaso valor añadido. La integración de un almacén automatizado garantiza una mayor eficiencia y adaptabilidad de los procesos, factores claves que permite a las empresas poder competir a nivel global en un mercado tan exigente como el actual.
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