En la actualidad la integración de robots industriales se encuentra muy centralizada en la industria sin embargo existen otros sectores que se benefician de sus grandes características, como puede ser el sector alimentario, en donde han sabido adaptarse tanto a las necesidades higiénicas como productivas.
Un fabricante de chocolates artesanales con más de 30 años de experiencia en el sector y con un gran número de premios en su haber por la calidad de los productos, necesitaba encontrar un sistema automático que pudiese adaptarse a su línea de producción sin que le obligase a realizar grandes cambios en el proceso.
Para lograrlo decidió instalar un robot industrial de KUKA, concretamente el modelo KR AGILUS, un robot que destaca por su capacidad para trabajar con gran precisión en espacios reducidos. «Estábamos muy limitados en términos de espacio y buscábamos una solución compacta pero también precisa», afirma Alexander Hödl, técnico de Zotter.
La solución propuesta por el fabricante de robots industriales alemán consistió en instalar dos robots industriales. El primero de ellos se encarga de recoger los moldes en donde se vierte el chocolate líquido. En este proceso el brazo robótico se encarga de girar el molde con mucha precisión con el fin de que el chocolate se distribuya de manera uniforme para seguido introducirlo en una cámara frigorífica.
El segundo robot se encarga de sacar las bandejas de chocolate enfriados y los coloca sobre una cinta transportadora en donde las barras de chocolate son retiradas de los moldes. «Si hubiéramos elegido una estructura con cintas transportadoras, no solo el sistema se habría hecho más grande, los pasos de trabajo también habrían sido más largos», señala Hödl.
La integración de la célula robotizada le ha permitido a la empresa ampliar su capacidad y fabricar lotes de pedidos adaptados a las necesidades de sus clientes sin importar su volumen o formato. Al ser más eficientes y mejorar la productividad del proceso, la compañía ha sido capaz de aumentar el número de empleados de la planta.
Dado el éxito de la instalación, la compañía ha decidido integrar otros dos brazos robóticos para mejorar la experiencia de los visitantes a la fábrica. Los clientes seleccionan el chocolate que desean probar desde una pantalla táctil, los robots les responden obsequiándoles con un pequeño baile y seguido sirven el producto previamente seleccionado para que sea degustado por los clientes. “Mostramos la precisión y flexibilidad de los robots de una forma entretenida”, asegura Hödl. Además la dirección ha asegurado que adquirirán nuevas unidades para que sean integradas en el proceso de empaque de las chocolatinas.
Fuente: Kuka.com
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