Por definición la robótica industrial se desarrolló a mediados del siglo pasado para automatizar procesos industriales repetitivos que se caracterizaban por tener largas producciones. Por supuesto el tiempo no tardó en dar la razón a aquellos visionarios.
Con la eclosión de la robótica colaborativa se ha abierto un nuevo escenario en el que las pequeñas y medianas empresas son capaces de afrontar nuevos retos. Sin embargo cabe recordar que estos desafíos siguen siendo una barrera para muchas de ellas, muchas veces por no disponer de información detallada sobre los cobots.
Qué es un robot colaborativo
Los robots colaborativos, como su propio nombre indica, son soluciones colaborativas que permiten automatizar procesos industriales en entornos de trabajo compartidos con los humanos. Ahí reside su gran fuerza, ya que son el complemento perfecto para poder desarrollar trabajos específicos sin que los operarios tengan que correr ningún tipo de riesgo. No obstante, sus virtudes no acaban ahí, sino que básicamente son el punto de partida. La evolución que han sufrido los robots colaborativos en la última década ha permitido que sean más sofisticados, más ligeros, más precisos y más flexibles. Cabe destacar su capacidad de integración ante nuevos procesos productivos, siendo los más utilizados:
- Ensamblaje de piezas.
- Abastecimiento de máquinas.
- Inspección de piezas.
- Soldadura robotizada.
- Paletizado colaborativos.
Gracias a una rápida configuración, permiten crear programaciones sin necesitar tener conocimientos avanzados incluso manualmente. En ocasiones un cobot es más lento que otras propuestas de automatización, como es el caso de un robot Delta o un robot Scara, sin embargo la flexibilidad que ofrecen los robots colaborativos ante el posicionamiento y el tamaño de las piezas, les convierte en la herramienta perfecta ante procesos industriales con medianas producciones.
Otro factor de gran interés es su movilidad, debido a que se adaptan rápidamente ante las necesidades de la producción. Ligeros y rápidos de instalar, permiten ser transportados a cualquier parte del taller en cuestión de minutos. Los diferentes sistemas de visión artificial que disponemos en la industria están permitiendo desarrollar una tecnología aplicable a un gran número de industrias.
Por supuesto aumentar la productividad es factor determinante para cualquier proceso. Según un estudio del MIT, la combinación humano-cobot aumenta en un 85% la producción si se compara cuando trabajan los humanos o los robots por separado. La automatización de procesos para el montaje de piezas o realizar el picking de los pedidos está evolucionando considerablemente agracias a que la aplicación de la visión artificial en los robots está siendo clave para su desarrollo.
En el siguiente artículo te mostramos ejemplos de robots colaborativos trabajando en líneas de producción en donde se aplican diferentes tecnologías en función del sector al que están dirigidas
Por último y no menos importante, los cobots ofrecen una rápida recuperación de la inversión realizada (ROI) que puede llegar a ser menor de 6 meses, lo que les convierten en la propuesta de automatización más accesible que existe en la actualidad.