Para una empresa afrontar la transformación de su modelo productivo puede ser un momento de indecisión que en ocasiones prolonga más de lo debido la implementación de tecnologías que den respuesta a las necesidades de sus procesos. Hoy os mostramos un ejemplo del impacto que produjo a una ingeniería implementar su primer robot industrial.
La empresa Grantek fabrica piezas para aplicaciones industriales por medio de centros de mecanizado, grabado laser e impresión en 3D tanto para series cortas como medianas. Ante la necesidad de ampliar su producción solicitó a ABB una solución robótica que fuese lo suficientemente flexible como para poder adaptarse a las particularidades de sus clientes.
La solución propuesta por la empresa de robótica ha sido FlexLoader SC 6000, una solución llave en mano que garantiza la fabricación de los artículos bajo pedido para que el cliente únicamente se encargue de empaquetarlos y poder entregarlos en su destino. Mediante esta aplicación se ha logrado obtener un menor coste, un aumento de la producción, que era una de las finalidades primordiales de la compañía, y flexibilidad y adaptabilidad del proceso para futuras aplicaciones.
Para el desarrollo de esta célula robotizada ABB se puso en contacto con DMG MORI, un fabricante de centros de mecanizado que le proporcionó su torno de múltiples operaciones CTX beta 1250 TC. La celda cuenta con el brazo robótico IRB 4600 que destaca por su gran precisión en los movimientos y es guiado por el software FlexLoader Vision de ABB que amplifica las capacidades del robot al proporcionarle un aprendizaje rápido y flexible ante los nuevos productos.
«Decidimos optar por una solución de alta gama que sabíamos que soportaría tolerancias y mecanizado avanzado con altos niveles de automatización, pero al mismo tiempo proporcionar la flexibilidad para permitir que la célula ejecute piezas y prototipos. Esta solución es absolutamente fantástica de esa manera; es tan flexible que podemos ejecutar manualmente y en automatización completa en la misma máquina», comenta Kjell Granqvist, CEO de Grantek.
La inversión realizada logró aumentar ampliamente la rentabilidad de sus procesos y está impulsando el desarrollo de la empresa. Gracias a la incorporación del robot industrial Grantek ha pasado de realizar trabajos especiales bajo pedido a producir artículos en grandes series. La célula robotizada ha sido diseñada para poder trabajar las 24 horas al día, por lo que es capaz de adaptarse perfectamente al aumento de los pedidos.
«Hicimos esta inversión porque queríamos entrar en un nuevo mercado. Ahora podemos fabricar de una manera completamente diferente de lo que era posible antes. Durante el día podemos desarrollar tal vez diez a doce detalles especiales, entonces podemos cambiar y ejecutar la producción de la serie por la noche. Para una pequeña empresa como la nuestra, la capacidad de sacar más partido de las horas del día hace una gran diferencia en la competitividad», señala Kjell Granqvist «Esta inversión nos ha ayudado a mejorar enormemente nuestras capacidades como empresa. Podemos procesar más pedidos para más clientes y hacer pleno uso de las horas disponibles en un día, incluyendo la producción durante todo el día si es necesario. Ahora recibimos solicitudes que nunca antes habíamos tenido, por lo que el robot industrial ha aumentado nuestra competitividad considerablemente».
Fuente: Abb.com
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