Actualmente las decisiones de compra de los consumidores están basadas en la demanda de agilidad en tramitación de los pedidos por parte de los clientes. Ante esta disyuntiva la mejor alternativa es integrar en los almacenes inteligencia artificial y robots móviles para poder incrementar su eficiencia operativa.
La llegada de la pandemia ha impulsado entre los consumidores online el deseo de recibir inmediatamente los productos adquiridos generando que los centros logísticos trabajen bajo una presión cada vez más acentuada.
El uso de almacenes estáticos tradicionales puede generar que los productos se demoren en su entrega y provocar el incumplimiento de aquellos pedidos que tienen plazos de entrega ajustados. Algunos estudios señalan que hasta el 45% de los consumidores europeos no vuelven a realizar pedidos con los comercios online que no son capaces de entregar sus productos en menos de 48h.
Para afrontar la inmediatez que exige el mercado las PYMES tienen a su alcance una tecnología con la que aliviar sus retos logísticos, y es la Inteligencia Artificial (IA). La integración de robots AMR gestionados con softwares con Inteligencia artificial permite a las empresas mantener su inventario en movimiento y gestionarlo en tiempo real, a modo de que los productos estén donde deben estar en cada momento del proceso para agilizar los pedidos de los clientes.
Además de reducir los costes operativos, los almacenes automatizados nos permiten tener un control del stock en tiempo real que favorece la gestión eficiente del mismo, evitando tener en exceso de productos que acaban requiriendo que el espacio de almacenamiento deba estar sobredimensionado.
Los almacenes tradicionales se basan en previsiones y datos estáticos, los cuales deben de ser interpretados de manera precisa y rápida por un técnico de compras, sin embargo un error humano en la interpretación de los mismos puede implicar que se realicen pedidos innecesarios o que no lleguen a tiempo. Si aprovechamos las características de los robots móviles de almacén y la capacidad que tiene la Inteligencia Artificial para calcular y tomar decisiones en función de las directrices establecidas, las empresas podrán optimizar sus operaciones de manera precisa para alcanzar con sus objetivos de cumplimiento.
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