La industria está viviendo una adaptación a la tecnología 4.0 como respuesta a un mercado globalizado, el auge del comercio online o la pandemia entre otros factores, siendo la robótica colaborativa una herramienta flexible que se adapte extraordinariamente bien a los retos productivos de esta nueva Era.
La escasez de mano de obra para soportar el volumen variable que limita el mercado actual es otro de los factores que está impulsando a las pequeñas y medianas empresas a implementar robots colaborativos dentro de sus plantas de producción y centros logísticos.
Un ejemplo en donde se agudiza su asimilación se está produciendo en regiones donde existe una baja tasa de desempleo y existen dificultades a la hora de localizar trabajadores para cubrir puestos de trabajo y dar servicio a las temporadas altas de pedidos. Actualmente existen en el mercado gran diversidad de brazos robóticos colaborativos que pueden implementarse y realizar trabajos codo con codo con la plantilla y poder así cubrir estas necesidades, por lo que te dejamos una guía de marcas de cobots para que puedas conocerlos con mayor profundidad.
Existen múltiples tareas repetitivas que los robots colaborativos pueden desempeñar como el etiquetado de productos, recogida y colocación de piezas, encajado y paletizado de cajas, sacos y un largo etc. Los cobots pueden realizarlas liberando al personal para poder emplearlos en otras actividades, poniendo en valor otras habilidades de los trabajadores que generarán mayores beneficios para la empresa, como la resolución de problemas o tratar pedidos complejos, que sería más costoso manipularlos dentro de la línea.
Los robots colaborativos son una valiosa herramienta que permite a las empresas adaptarse en cada momento a la demanda requerida gracias a su flexibilidad, pudiendo reconfigurarse mediante una sencilla programación a otros procesos productivos o a una variación de los productos a manejar.
Si bien es cierto que son muchos los beneficios que nos ofrecen los robots colaborativos, la realidad es que no dejan de ser una herramienta productiva más, que sí que facilita y mucho el trabajo a los operarios, ayudándoles con los trabajos más pesados y repetitivos. Además los robots ayudan a mejorar la calidad de los procesos con el consiguiente ahorro para la empresa. La incorporación de elementos de seguridad como pueden ser los sensores o la velocidad regulada permiten que el trabajo hombre-máquina se realiza de forma totalmente confiable, evitando que se pueda producir cualquier incidente o lesión para un operario.
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